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8 de febrero de 2009

nada

. Parece que todo fuera un vacío. Que no hay nada más que sensaciones, momentos, fugacidades, ratos y pausas. Después una nada que siempre existió apenas acompañada de oscuras luminosidades, como esta pequeña mariposa de noche que se arrima a la luz del monitor una y otra vez, esperanzada por simple instinto, por la lógica vacuidad de siempre. . La dejo hacerme compañía y ella me deja a mí escribir porque presume -seguramente desde sus alas rebatidas- que lo mío es mucho más efímero que su espera. Y se aleja y toma impulso para otra vez estamparse en el vidrio, en las transparencias equivocadas, en los tiempos y compases. . (y en todo esto, los caprichos de las sombras de la noche)
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¿Por qué nada supone nada y todo, por contrapartida, supone todo? Quizás porque el todo es igual a la nada: Así de totales se asemejan y se excluyen. Conviven permitiéndose confundirnos, como esta mariposa que cree que la luz existe incorruptible y voluptuosa. . (no sabe que las oscuridades son el todo, lo unívoco, lo inasible) . Ella permite adorar una luz que opaca siempre (sólo existen las manos tanteando en la oscuridad los contornos de lo no hallado) Ella prefiere lo palmario de lo visible, sin nostalgias, sin destino, sin rodar..Y su existencia, y la mía que se inmiscuye en sus tiempos, son paralelas, sin destino, sin partida y sin llegada (no se ella, pero a mí me gustan los trayectos) aunque ella obcecadamente intenta traspasar lo imposible, yo, hace mucho tiempo (desde todos los tiempos) alejé la persistencia (presumo que nada hay para buscar en la nada del todo) y me entrego a los vaivenes fatídicos de estar por estar, tras las noches y los días que giran. No hay más nada y eso es lo trágico acá: No su persistencia, su aleteo, no sus deseos, sino mi fatalismo, mi entera convicción de que todo está ordenado así, sin nuestra anuencia, aunque atesoremos los mejores y más excelsos deseos. .
Y se cae y vuelve a intentar porque su memoria no es la mía, o porque ella sabe que soy yo la que me dejo vencer. Y vuelve. Siempre a la misma luz. A la misma intensidad. Sin reconforte pero con ansias. Ella en su insistencia. Yo en mi sensación de la nada. .
Ella desde sus alas y sus sueños. Yo desde la oscuridad de las palabras.
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2 comentarios:

Eduardo Alvarado dijo...

Querida Cecilia,

Y a mi que me parece que hablas más de ti en tercera que en primera persona...

Je t'embrasse.

cleopatra dijo...

Eduardo...je crois que je suis les deux de façon intermittente.

Et je suis ici, à Paris...lu votre courrier, je votre numéro de téléphone et lorsqu'il est en Espagne, te appelle pour combiner, mais ne va pas être avant Avril.

J'adore que également français et j'aimerais plaisir de te voir non seulement à vos mais à ton musa et à vos enfants.

Te je voudrais beaucoup et je vous remercie de passer.

Un baiser énorme