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18 de diciembre de 2008

ciclos

Fotografía: Cartier-Bresson
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Uno. La línea divisoria está justo allí donde se unen dos esquinas en sus cordones. Diagonales que nos atraviesan. Sentarse justo allí nos invita a no ser ni existir. Tenuemente en las esquinas de todo, está la porción de nada, el filo de la navaja, la punta de la lengua sobre los cuellos, el trazo de dedos sobre la espalda, la vitrina de los ojos cuando desean, el presente hecho epílogo, la gran ternura desatada, la increíble posibilidad de morir sin muerte. Epitafios en punta, desde el borde, atenuados por las manos, sombras chinescas en las rodillas, lumbre de una farola, baldosas acanaladas. Dos. La línea unitiva está en la línea recta hacia la luna, está en los soplidos, en el canto, en la justificación de lo que somos, en la espera, en la nostalgia, en el recuerdo. Tenuemente en la morada del medio, está lo encontrado, la boca silbando, el desperezamiento, los alientos a fruta, los perfumes a tilo, los tallos dolorosos de las rosas, la fiebre en los muslos, la increíble posibilidad de la muerte sin morir. Epitafios inventados desde la poesía, envilecidos por las pulsiones, luces a contrapunto de la noche, ríos en las alcantarillas. Uno. La línea divisoria está entre las pestañas, en la comisura que hacen las sonrisas, en lo lejos y cerca que se pueda ver. Atraviesa toda inquietud, sesgándola, suelta el olvido y maniata la memoria ante otro novo amor. Tenuemente en el borde de la acera las lágrimas se evaporan, se difuman, se contraen, el asombro boquiabierto da zarpazos, se nutren las pisadas, se espera aconteciendo, se arranca de raíz, nos erguimos con olor a tierra vírgen. Epitafios de agua que nos moldea, aire en la punta de los pies, pliegues de flores frescas, giralunas desde el mar. Tres. Y en las dos, el multiplicado jaque mate al pecho desde la sombra de nuestra tristeza y sus espejos. . .

6 comentarios:

Lukas Rybensen dijo...

El de bigotes se escapó de un cuadro de Magritte.

Beso

Anónimo dijo...

Porque hablas de tristeza.
Vamos atenea, siempre tenemos un alguién a nuestro alrededor, y tu me tienes a mi jaja.
Esos dos están en el muro de las lamentaciones a que si? Allá ellos.
Mil besosss enormes querida.
http://pablocine.blogia.com

cleopatra dijo...

Queridísimo (y más) Luc: Entiendo tu post después de tu Licenciatura en Filosofía y el festejo de tu cumpleaños del Martes que se extendió hasta la mañana.

Me encantó haber conversado con vos, como siempre.

Se te quiere!

cleopatra dijo...

Pablo: Hablo de la tristeza porque existe en nosotros, pero no porque esté triste.

A ver...¿Qué es eso de que te tengo a vos? :)

Sí, esos dos parece que están en el muro de los lamentos y acá nosotros :)

Mil besossss enormes querido!

Anónimo dijo...

Ya, no me has entendido, digo que casi siempre hablas de tristeza.
Y en cuanto que me tienes a mi, me refiero que siempre puedes contar conmigo para lo que quieras.
creo que me he explicado o no?.
Mil besos atenea....
http://pablocine.blogia.com

cleopatra dijo...

Ah, que lindo...gracias por poder contar con vos ¿Sabés que no es fácil que las personas se ofrezcan a estar?

Sí..seguro que lo sabés, por eso de que entendés de que se trata.

Pero Pablo, no estoy triste, sí soy triste -como todos en definitiva-. Casi siempre estoy bien, pero "estoy" bien y "soy" triste.

Es que el existencialismo me acompaña siempre, fluye por mis poros y es inevitable que no pueda dejar de ser triste sabiendo que somos tránsito.

Un besooooo enorrrrmeeeee.
(Y otra vez, muchas gracias...lo voy a tener en cuenta :))