Imagen: Ricardo Carpani
Música: Manu Chao-"Mundoreves"
“…es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio” M.B.
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-Esto de no saber dónde poner una flor, debe ser espantoso, dijo Marta mientras miraba el noticiero de la noche.
- Calláte mujer, ya no sabés qué decís, la interrumpió Vicente.
La noche era promisoria en desencantos callados, pero presentes. Marta sabía que su marido estaba en riesgo de ser detenido por delitos diversos, espeluznantes y de inocencia improbable. Vicente la miraba de soslayo. Sabía que, desde que Marta se enteró de todo, tarde, siempre tarde, como cuando quedó embarazada, no compartía la justificación a todo el dolor rojo que tiñó su país por años.
-¿Y si los que están desaparecidos, aparecieran y los que están vivos hubieran sido ejecutados, creés que estaríamos peor?, preguntó ella.
- ¡Seguro! Yo estaría muerto y no se de que vivirías vos que nunca supiste hacer un carajo. Así que no revuelvas más y dejame de joder que cuando puse las manos en la masa, no dijiste nada, gritó el hombre de la casa.
- Es que no sabía, pero ahora que lo se, me preocupan esas flores que andan por el aire buscando donde quedarse. No me digas que no saber donde están los hijos, es poder vivir. Por favor, el que te tenés que callar la boca sos vos, le dijo ella acusándolo con el dedo.
- ¡Qué te pasa mujer con el fetichismo de los cuerpos y las flores!. Lo que no está, dejó de ser y ni un muerto puede alentar desde la oscuridad nada, por suerte.
Marta se levantó para preparar la cena como todos los días de todos los años largos. Pero antes se dispuso ir hacia su habitación. Sabía que él guardaba un arma en la parte superior del placard y quiso –por simple curiosidad- mirarla. Tal vez sólo buscaba adivinar cuántos disparos partieron de su espíritu de metal. La acarició, la cambió de mano y hasta miró por su orificio de salida. Y pensó en las flores que se habían marchitado en el mientras tanto, por no haber tenido una tumba donde recostar su color, de manos de cada uno de los parientes y amigos.
Vicente desde el comedor la maldijo muy por lo bajo. Su mujer se había transformado en una enemiga, solapada pero convencida y eso debía terminar cuanto antes.
Marta volvió al comedor con el arma.
- ¿Qué hacés con eso boluda? Dámela que está cargada, a ver si se te escapa un tiro imbécil, dijo él en un estado de exaltación que se parecía al miedo.
Marta disparó. Lo hirió y lo remató en el suelo. Vicente murió al tercer disparo, mientras la publicidad televisiva hablaba de los encantos de las tarjetas de crédito.
Ella soltó el arma al lado del cuerpo de él y salió al jardín. La noche era tan apacible que miró un cielo estrellado olvidándose por un segundo de lo que la esperaba adentro.
Se acercó a uno de los canteros y cortó una flor.
Entró, se arrodilló al lado del cadáver y puso sobre el pecho de él, el crisantemo.
-Ahora sí, por lo menos, hay una flor que sabe a quien acompañar, aunque no te la merezcas, dijo en voz alta y se largó a llorar.
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36 comentarios:
Pues que suene el ex- manonegra.
HOla amiga. laberínticos y caprichosos derreteros los de la mente (alma) humana, que nos lleva a buscar salidas dolorosas e incluso irreparables para intentar mitigar el vacío de lo no- superado.
Un beso "y al loro con el señor "X...M" y sus difamaciones trás bambalinas", cuidate!!!
Hoka...gracias por haberme avisado, ya lo sabía porque lo ví expuesto en otros blogs que han tenido la gentileza de borrarlo o de contestarle.
A veces creo que las personas no tienen buenos días, siempre.
Yo sigo uniéndome a los que tienen cosas para decir sobre sí mismos o sobre la vida.
Otra vez gracias y si mi blog tiene moderación en estos momentos, es precisamente porque me voy a dormir y no tengo ganas de encontrar comentarios inadecuados.
Te beso amigo y otra vez, gracias...
Ningún muerto debería morir sin merecer flores, ni ninguno debería estar "perdido" sin que se le pongan las flores que merece.
Pero algunos han hecho esto imposible. Por desgracia.
Abrazos.
Ella ya estaba en una cárcel, un relato muy heavy, muy bueno..!
Muy bueno, me gustan tus historias, son intensas
de gran carga emocional... me has vuelto a dejar la carne de gallina!!!
besitos grandes, grandes como tú...
Cuanta emoción y que desenlace!!Muy bueno tu escrito!!
Cuanta emoción y que desenlace!!Muy bueno tu escrito!!
A mí también me mandó un mail un tipo que estaba irritado con vos, pero como yo le huyo a los quilombos, quedó ahí, para el anecdotario.
Me gustó toda la carga simbólica de este texto, estimada.
Párrafo aparte: jamás le diría imbécil a alguien que porta un arma cargada. Besos!
Qué hermoso texto. Intriga tanto por su tristeza, como por su enorme dosis de realidad.
:))
Cuánto dolor quedará en algunas almas todavía. El miedo y la ceguera han arrastrado a demasiados por aquí a la locura asesina, y no hablo de la pobre Marta.
Lo más tenebroso del otro lado, es justamente la normalidad. Tambien tienen una vida, una cotideaneidad
Gracias por haber pasado por mi abandonada casa
Muy bueno lo suyo. Yo creo que todo ser merece su flor, aun los más aborrecibles.
Un saludo.
Y... 14.
Perdón.
Hoka...si, nos encontramos buscando menos dolor en donde hay más...
Gracias por pasar amigo.
Un beso
Manolo...eso es lo trágico, desde La batalla de Argel en donde se instauró por primera vez la figura del desaparecido, las penas no se pueden llorar en una tumba.
(Estarán en el aire...en el mar...en algún lugar insospechado)
Pero es imperdonable.
Te beso
Si Ceci...ella estaba en la cárcel de no entender tanta gente desaparecida y sí...es heavy, toda la historia nuestra tiene muestras graves de crueldad.
Abrazo amiga
Gracias Oscuro...a mí me gustan las tuyas.
Te beso
عمَر...la carga emocional es la mostruosidad de haber ejecutado a muchos, haber torturado, haber arrojado desde aviones al mar a personas dopadas, sin juicio previo y sin una clara acusación.
Creo que tu país debe revisar las muertes franquistas, porque duele, pero se puede empezar sobre historias concluídas, tristes, pero con final.
(El grande sos vos)
Beso y beso
Caly por dos...gracias siempre por tus palabras.
Un enorme abrazo
Mel...sí, la carga simbólica que siempre es recurrente en mí.
Y es verdad lo del arma cargada...yo por mucho menos...por un simple grito, arrugo, porque la violencia verbal me paraliza (ni te digo la física de la que vengo zafando), pero él estaba seguro de poder con ella, así como lo había logrado hasta ese momento.
La impunidad que le dicen...
Un beso querido!
DeB querida...es nuestra historia de muertes y más muertes.
Un beso
Rob...Marta -sin imaginárselo siquiera- ha hecho un poco de justicia.
Y no se si fue miedo o ceguera...fue crueldad, literal crueldad con fines económicos.
En fin...
Te beso
Brasil...eso es cierto, la sociedad seguía existiendo y vivando a los dictadores.
(Siempre me sorprendo viendo, como hasta en las guerras, el ritmo de la vida sigue siendo parecido a la normalidad)
Debe ser que hay que sobrevivir sin tanto espanto.
Y no abandones tu blog, es muy valioso.
Abrazos
Yoni...y no se si los aborrecibles merecen una flor...
Gracias por pasar mi querido rastafari.
¿El 14?...Me gusta :)
Buen relato Cleopatra.
Hay personas que nunca reconocerán sus errores, por mucho daño que hayan podido causar.
Besos
Gracias Chinasky amigo...ese es nuestro problema, que estén convencidos de que fue una guerra.
Lo terrible de todo ésto, es que esos genocidas, sí tienen un debido proceso, sin torturas, sin centros clandestinos, sin que les roben bebés y encima, con arresto domiciliario.
Te beso y beso
Cleo: brillante! Me estaba preguntando si la flor se marchitó. ¿Lo podrías responder?
Me ha encantado tu relato, como siempre, de lo mejorcito que puede leerse en los blog.
Un beso tierno.
Para ella, fue la primera metáfora de su día; para él, también: la noche.
Genial este relato.
Abrazo fuerte.
muy bueno
lo que estaban muertos, estaban vivos en ella quizas, nose igual en un momento me pregunte si ella no estaba muerta.
un beso
Juanma...gracias y muchas por tus palabras.
Y no se si se marchitó la flor, depende de las ganas y de la justicia.
Un beso enorme
Rubén Darío...por tantas noches de ella y por tantos días de él.
Te beso
Ella estaba muerta de tanto desgaste....(y con todos ellos a cuestas)
Te beso y gracias por pasar
Tienes un regalo en mi blog
Besos
No se cómo agradecerte, pero lo coloqué en un lugar estratégico -dentro de lo que pude- en mi blog.
Y siempre te seguiré...
Te beso
Estoy de acuerdo contigo, amiga CLEOPATRA, desde tus tiempos en Egipto y Roma, las penas en el aire y ahora, en el agua, en el agua del Río de la Plata. Es un placer tu narrativa, siempre llena de ingenios delicados.
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